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La empresa necesita personas sanas, también mentalmente

Publicado el 23 enero, 2023 por Rafa Cera

Es muy importante en la empresa la salud en todos los términos, tanto la salud física como la salud psicológica de los integrantes de la empresa. Suelen ser las organizaciones en general, entornos que pueden debilitar la salud mental por lo exigente de su cometido o por los condicionantes nocivos para este ámbito que pueden presentar algunas de ellas. Lo cierto es que una plantilla con un alto nivel de salud mental es una plantilla más preparada para los intereses de la empresa, para dotarla de mayor competitividad.

Suele ser habitual los reconocimientos físicos en la empresa para la plantilla, no lo es tanto los reconocimientos en cuanto a estado mental de la misma, de hecho, la primera es obligatoria por el Estatuto de los trabajadores, no siéndolo en el segundo caso. Esto muestra el escaso interés que despierta la salud mental en el tejido empresarial.

Esta demostrado por estudios muy diversos y desde perspectivas muy diferentes como las salud mental esta relacionada con aspectos como la productividad, la creatividad, la innovación, la eficiencia en la empresa, en el sentido de que organizaciones que presentan niveles más alto de salud mental entre sus trabajadores, están en disposición de alcanzar niveles mas altos en todos esos ámbitos, con los que se le relacionan, así como por el contrario, compañías que presentan personas con niveles inapropiados mentales, tiene menos oportunidades como organización de conseguir sus objetivos, sean los que fueren en cuanto a productividad, creatividad, desempeño o cualquier otro.

Se habla con cierta regularidad de algunas enfermedades mentales en la empresa como el burn out o el estrés mal gestionado, pero suelen detectar en su estadio de mayor efecto, con lo que ayudar a mitigar estas enfermedades, suelen ser procesos largos, caros y de efectos con gran incidencia en la persona que lo padece. Sin embargo, no se visualizan o no se toman en consideración síntomas de enfermedades que pasan desapercibidos como pueden ser un trastorno bipolar, desmotivación patológica, depresión disfrazada, incluso presentar síntomas físicos que son causados por una enfermedad mental y donde en muchos casos se trata eso, solo a nivel físico, con poco resultado tanto la para la persona que los padeces como para la empresa, como os podéis imaginar. No se puede esperar grandes rendimientos ni grandes aportaciones de personas que padecen este tipo de enfermedades, así como también sabemos que estos problemas no son igual de visibles según la jerarquía organizativa de la empresa, entre la dirección puede pasar más desapercibidos que en niveles más bajos jerárquicamente como mandos intermedios y operarios.

La salud mental en la empresa es al igual que en el sistema sanitario público el gran olvidado, pero no solo por no ser considerada, sino por que al igual que para la salud física se crean programas de estimulación de la salud para prevenir la enfermedad y no tener que llegar a tratarla, en salud mental no se hace nada de esto, con lo que solo se llega en concreto en muchas empresas a tratar enfermedades mentales muy visibles y evidentes entre los trabajadores, ya en estadios muy avanzados de esta. Desde RR.HH. se debería tener un plan de prevención y detección de problemas mentales, con reconocimientos periódicos, con cuadros de mandos que identificaran en los primeros instantes posibles irregularidades mentales, pero sobre todo que se crearan condiciones en la empresa para no favorecer la enfermedad mental, pues al igual que en la salud física, es mejor propiciarla para prevenir posteriores enfermedades.

La salud mental es un elemento básico, estratégico para el bienestar de una persona, si desde la empresa no se propugna, no se potencia, este tipo de salud, además de una plantilla que generará otros efectos nocivos para la empresa (clima laboral irrespirable, malas relaciones personales y profesionales, altos índices de histeria colectiva, menos ajuste a la tarea y el desempeño en cantidad y calidad, mayor rotación de empleados, fuga de talento etc.), tendrá una plantilla menos productiva, menos creativa, en definitiva menos rentable para la compañía, por lo tanto todos los esfuerzo que se hagan en el sentido de prevenir enfermedades y desórdenes mentales, no solo propician felicidad a las personas, sino que hace a la empresa más competitiva y un mejor lugar donde trabajar, con lo que será más fácil reclutar talento y evitar fugas de este, pero sobre todo ser un mejor sitio donde el trabajador querrá estar.